sábado, 4 de mayo de 2013

27 de Abril de 2013: De Sudamérica a América Latina

Cuando se me cruzó por la cabeza comenzar este viaje por Sudamérica, alla por mediados de Junio del año pasado, al mismo tiempo que iba planeando mi sueño de ser tripulante en un velero y navegar por el mar Caribe, pensaba: ¿Por qué quiero volver a arrancar después de semejante viaje por Nueva Zelanda, después de haber conocido culturas tan diferentes en el Sudeste Asiático y después de haber navegado por el Pacífico Sur? Y además me preguntaba...
¿Estas loco que queres dejar el trabajo tan relajado que tenes, dejar de salir a divertirme todos los días con mis amigos y dejar de salir a disfrutar del lago y navegar todos los fines de semana? Todas esas preguntas tenían la misma respuesta: “Y claro que quiero, si voy a conocer gente nueva, culturas diferentes, lugares increíbles y, seguramente, voy a cumplir un nuevo sueño.
Basta tan solo con mencionar algunos lugares como Iruya, el Lago Titicaca, el Machu Picchu, Baños o Medellín para darme cuenta que el objetivo del viaje está cumplido con creces. Y ni hablar acerca de la gente maravillosa que conocí y de navegar en el Caribe. Un sueño más, cumplido realmente rápido, lo que no hace más que alimentar y alimentar la frase hecha de que si algo se quiere y se desea con todo el corazón, tan solo se cumple. Y justamente esto, fue lo que hizo replantearme el destino de mi viaje y me hizo caer en un sentimiento encontrado de felicidad y angustia. Porque claro, había cumplido mi sueño pero la realidad era que el ambiente entre los capitanes de los barcos no era el mejor, las reparaciones se “ataban con alambre” y ya no era tan feliz navegando en ese entorno. ¿Y entonces qué? Comencé a pensar lo que pensaba antes de salir de Bariloche… ¿Estás loco que queres dejar este trabajo donde navegas mas de 20 días al mes, donde te pagan una fortuna y donde no gastas ni siquiera en comida? Y claro que lo dejaría, porque ya no me sentía feliz haciendo eso. La vida es muy corta como para perder el tiempo no siendo feliz. Tan solo decidí hacerle caso a mi corazón y ampliar el límite geográfico de mi viaje.
Descubrir las maravillas culturales y naturales de Centroamérica es mi próximo destino. Se que un nuevo mundo me espera, pero tengo todos mis cuadernos para disfrutarlo.
Desde Capurganá, un rincón perdido en el medio de la selva costera del Darién, a punto de cruzar a Panamá, bajo una lluvia torrencial y escuchando las olas del mar… no hace falta dinero para ser feliz, tan solo hay que permitírselo y darse el gusto…

3 comentarios:

  1. Claro que no, no estás loco, al contrario. En éste viaje me puse a pensar en que los locos son los que no se animan a dejar su zona de confort y no salen a explorar, a buscar nuevas sensaciones, nuevas personas, nuevas costumbres, nuevos paisajes...y cuando vivis esas cosas y el alma te llena el pecho, está más que claro quiénes son los locos. Abrazo Titi!
    Lea. :-)

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  2. Me encanta! tal cual. Me alivia ver o leer que otras personas piensan de la misma manera, pasan por las mismas preguntas y finalmente toman decisiones del mismo estilo. =)
    Mica

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  3. Tas loco de remate nene, volve y dejate de joder que acá en Bari se nota tu ausencia! dale, ya estas viejo!

    hablás de la locura y me acuerdo de vos y marce cantando como locos al viento "no estamos locos pero sabemos lo que queremos" ... lo bueno es eso amigo, no perder nunca el rumbo y saber qué es lo que se quiere, sea chico o grande, poco o mucho. y lo bueno, es saber que tenes locos que te acompañan en sentimiento y una familia que te apoya en tu locura.

    Te quiero chirusooo!!
    Tinti Ann!!

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