domingo, 17 de octubre de 2010

Welcome to the Jungle

Lo que hace un tiempo parecia tan lejano, llego en un abrir y cerrar de ojos. Ahi estaba, a bordo de un avion que nos llevaria hasta Bangkok (Capital de Tailandia), previa escala en Brunei, un minusculo pais petrolero ubicado en la misma isla que Indonesia. El choque cultural fue impresionante. Luego de algunos inconvenientes, nos vimos parados en una esquina con una temperatura superior a los 30 grados a las 10 de la manana...

Uno de los desesperados Tuc Tuc nos acerco hasta la agencia que terminaria organizando nuestros proximos 18 dias en Tailandia. Dos noches en semejante junta de cemento hirviendo fueron suficientes para recorrer algunos de los templos budistas, que nos dieron una rapida impresion de lo que vendria mas adelante; y mucho mas despues de haber compartido una merienda con un monje en su propia casa.
Atras quedaba Bangkok, al igual que cada durmiente de la via del tren que nos llevaria hasa Ayutaya, otra de las grandes ciudades tailandesas que cuenta como principal atractivo los templos budistas. Alli visitamos las ruinas de lo que en su epoca fueron los mayores templos del pais. El budismo es una religion que, al igual que la catolica, cuenta con una figura principal (Buda) pero que la fuente de rezo es la meditacion. Templos semejantes pudimos observar tambien en Sukothai, aunque el agobiante calor solo nos dejo apreciar desde afuera y por unos instantes.
Algo que nunca pense que seria capaz de hacer, se hizo realidad cuando llegamos a Chiang Mai, ciudad cabecera de los famosos trekings en la selva. Una increible caminata de 3 dias y 2 noches por la selva tailandesa seria nuestra proxima funcion. Comenzamos en un parque privado donde durante aproximadamente una hora recorrimos un sendero selvatico montando un elefante. Si, una hora arriba de un elefante en el medio de la selva. Es dificil de explicar las sensaciones de estar sobre semejante animal.
Las expectativas de como seria pasar una noche en ese lugar se acrecentaban a medida que caminabamos, esquivando aranas de todos los tamanos e insectos que jamas habia siquiera escuchado. Pero fogon de por medio en una villa alejada del mundo, paso una noche increible que nunca olvidare.
El segundo dia del treking fu el mas exigente en cuanto a caminata respecta. Cruzando campos de arroz y senderos empinados, llegamos luego de cinco horas a otra villa, mas grande que la anterior y con mas historias en su haber. En el medio de la selva, la gente sobrevive producindo el 80% de lo que necesita para vivir y el resto lo adquiere de la ciudad. La alegria de los chicos saliendo de la escuela contrasta con las precarias instalaciones de la aldea.
El tercer y ultimo dia seria el mas relajado de los tres. Dos horas de caminata nos llevaron hasta la vera de un rio, donde nos esperaban unas balsas hechas de cana de bamboo, para hacer una especie de rafting a lo largo de varios kilometros. Otra experiencia unica, que al igual que los elefantes, las lluvias torrenciales, las historias de la gente de la selva, va formando el dia a dia de este viaje.
Ahora, nos espera el sur de Tailandia, las playas y el relax total. Un viaje que se va armando de la misma manera que este blog, pagina por pagina, capitulo por capitulo…

1 comentario:

  1. wouuuu no puedo creer que estas en Tailandia!! Que nostalgia revivir todo eso, has hecho casi el mismo viaje que yo; que loco!!
    me alegro muchisimo que te animaras a dar el primer paso, te felicito y espero que sigas disfrutando porque todavia te queda un monton!! besoss
    Valeria (de Mendoza)

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