Y por que no?

Es increíble darme cuenta que la última publicación en el blog la haya hecho hace ya mas de 4 meses. Parece mentira que el tiempo se pase tan rápido, si parece que fue ayer cuando sentado en un bar bajo un diluvio en Capurgana, les contaba mi decisión de viajar mas allá de Sudamérica. Pero tal vez no pude encontrar hasta el día de hoy, un lugar, un momento, una sensación que me inspire y me haga sentar para plasmar en el papel el resumen de estos 4 meses en Panamá. Por eso mismo ahora estando solo, tranquilo, mirando el bosque, el río, las aves y con la infaltable compañía del mate me pregunté, ¿y por qué no?

La ciudad de Panamá, la "Dubai de América" para algunos exagerados, me recibía desde el aire con sus altos y modernos rascacielos que mostraban desde el principio toda su ostentación y que a simple vista dejaba ver la influencia norteamericana que luego vería tambíén reflejada en la mayoría de sus habitantes.
La palabra "Panamá" proviene de un vocablo indígena que significa "abundancia de ranas y mariposas", pero para mí fue mucho mas que eso. La idea era conseguir un buen trabajo que me permita ahorrar algo de dinero y al mismo tiempo conocer lo mas posible la ciudad y sus alrededores. Una vez mas, y como si la suerte no me soltara de la mano, conseguí trabajo muy rapidanente, esta vez en un restaurante gourmet (el mas caro del país) donde el presidente de la república, embajadores y demás personalidades adineradas hacían su aparición con frecuencia. La condición para pertenecer al staff del restaurante era tener la cara afeitada por completo y mantener el pelo prolijo. Lo pensé durante varios minutos y me pregunté, ¿por que no? Sería una experiencia nueva, un desafío diferente y tendría luego de casi 10 años la cara totalmente afeitada... Y vaya que lo fue, porque al cabo del primer mes, tuve la dicha de haber sido nombrado el empleado del mes. Siempre digo, hagas lo que hagas, haceos tratando de ser el mejor en el rubro, y te vas a sentir tan bien que el trabajo se hará mucho mas sensillo aunque sea la primera vez que lo hagas.
A lo largo de los primeros 2 meses, conocí mucha gente y gracias a una amiga panameña pude conocer mucho de la cultura y de los alrededores de Panamá. Me dí cuenta que la etapa en el restaurante ya habia llegado a su fin y me surgía la necesidad de otro cambio. Se me ocurrió que tal vez podía hacer reir a la gente y que tal vez la gente me de eso que me estaba faltando. Se me vino a la cabeza la idea de contar chistes en los buses, mientras la gente viajaba aburrida y estresada de regreso a casa. Y nuevamente me pregunte, ¿y por que no? y durante el próximo mes me dediqué a robarle sonrisas a la gente y a pasar la gorra en los buses. Otra experiencia inolvidable en este viaje inolvidable, donde estoy viviendo cosas que jamás pensé me pasarían. Todos los días son una sucesión de cosas nuevas y maravillosas, porque cada día trae su color.
Unos de esos días, donde mi cabeza viajaba soñando por algún lugar, me imaginé viajando en auto escuchando música a todo volumen, con la ventanilla baja, con la selva de un lado y el océano del otro y de repente un cartel al costado de la ruta que decía "playa paradisíaca a 3 kms", y en cuanto entré en razón otra vez ese interrogante.. ¿y por qué no? Hoy yo estoy aca, en Boquete, un pueblo hermoso en el medio de la naturaleza, donde los niños jugando en la calle y las casas descansando con las puertas abiertas dejan respirar ese hermoso aire a pueblo, planeando comprar un auto que me lleve más allá de las terminales de buses, mas allá de la loca imaginación y mucho mas allá de las trabas y obstáculos que uno mismo se pone en el camino para no dejarse llevar por los impulsos y por las ganas de hacer algo. ¿Qué tenemos para perder cuando la única opción es ganarlo todo? ¿Por qué conformarnos cuando podemos ir un poco mas alla? ¿Por qué llegar a ancianos y preguntarnos si al menos intentarlo hubiera valido la pena? La respuesta a todos estos interrogantes que nos detienen, es irónicamente un pregunta... "¿Por que no?"