lunes, 8 de octubre de 2012

Haciendo Incapié.. tras los pies del Inca


"Lo mejor de viajar de la manera en la que lo estoy haciendo, es decir, sin tiempos ni mayores responsabilidades, es que puedo adaptarme a los cambios casi sin siquiera pensarlo. Si una ciudad me gusta y encuentro trabajo me quedo, de lo contrario sigo hasta encontrar el próximo destino que me albergue de la manera que yo quiero y que yo necesite. Creo que esto es lo más cercano a la libertad que experimente hasta ahora…
La ciudad de Cusco, Qosco en idioma Quechua (que significa “centro” u “ombligo”), fue la principal capital del imperio incaico. Toda la historia acerca de esta increíble civilización, esta plasmada en sus paredes y también en sus catedrales, marcando 2 caras de una misma realidad, de una misma historia que unos se encargaron de escribir, mientras que los otros fueron capaces de borrar casi hasta sus inicios.
Pero algo me estaba faltando. Es una ciudad muy atractiva, pero luego de haber pasado un mes deambulando por sus calles y callejones, me di cuenta que la naturaleza, los bosques y las montañas, me faltaban como el aire. Fue un mes donde pude conocer los secretos de trabajar en un bar, hacer muy buenos amigos allí y darme cuenta que las grandes ciudades definitivamente no son para mí. Por ello, y con una cuota de suerte extra, me mude al pueblo de Machu Picchu (más conocido como Aguas Calientes, por tener a sus afueras un complejo de baños geotermales), donde el Hostel Supertramp me esperaba para ser las veces de recepcionista. Según los especialistas, es “un pueblo que no debería existir”, ya que su ubicación entre medio de enormes montañas y valles que confluyen directamente en su posición, es año tras año azotada por las crecientes de los ríos que la rodean, dejando en vilo a su población hasta que el largo periodo de lluvias (desde octubre a febrero, aproximadamente) concluya con la salida tan esperada del sol. Sin embargo, las construcciones crecen de la misma manera que el turismo en este pueblo. Será que al ser la antesala del Santuario Machu Picchu, el sitio arqueológico por excelencia de la Civilización Inca y declarado Patrimonio Mundial de la Humanidad por la UNESCO, no puede dejar de abastecer a cada uno de los turistas que curiosos llegan a este pueblo, de manera fugaz y seguramente sin saber realmente el real valor de este sitio.
En el año 1911 y con la ayuda de algunos pobladores locales, el estadounidense Hiram Bingam, acompañado por un grupo de arqueólogos especializados, redescubre lo que para entonces era la “ciudad perdida de los Incas”, una ciudadela que se presume albergó entre 700 y 800 personas rodeada de increíbles terrazas de cultivos que finalizan en altísimos acantilados. Eximios arquitectos y mejores astrónomos, los Incas adoraban a INTI (el Sol) como la mayoría de los pueblos andinos, Hijos del Sol. Por esto, realizaron innumerables observatorios, templos y relojes solares, que les permitieron establecer las diferentes estaciones o épocas del año (de lluvia o sequía) marcando los parámetros con los Solsticios de invierno y verano el 21 de junio y 22 de Diciembre, respectivamente.
Recorrer sus pasillos, caminar sus terrazas y observar las mismas montañas o Apus que ellos mismos observaban, es una sensación única, donde se mezclan sentimientos que te hacen preguntar, como puede ser que el “progreso” haya acabado con semejante civilización donde cada obra se encontraba en perfecta armonía con la naturaleza, donde cada montaña y expresión natural representaba lo mas puro de la Pacha Mama, para ser reemplazada por enormes ciudades y urbanizaciones que poco, o mejor dicho nada, tienen que ver con esto.
Para muchos, y como sucede con casi todos los pueblos nativos de América, el pueblo Inca es un pueblo olvidado y del cual solo quedan sus ruinas, hoy aprovechadas únicamente como atractivos turísticos. ¿Como es posible que esto suceda? ¿Tan erróneo era pensar que hay que adorar y rendirle tributos a la Madre Tierra porque es ella la que nos da los frutos de los cuales vivimos? ¿Tan desacertado era adorar al Sol como fuente primaria de vida, cuando hoy en día y con toda la ciencia y tecnología sabemos que sin él no podemos vivir? ¿Tan necesario era erradicar de cuajo una cultura ni mejor ni peor, sino tan solo diferente?
En unos días se cumple el 520 aniversario del “Descubrimiento de América” y que más puedo pedir que encontrarme en este lugar para hacer escuchar mi vos de repudio o simplemente de ignorar esta fecha que no hace más que conmemorar el mayor genocidio de la historia.
Sólo me queda una semana en Machu Picchu pueblo, y luego de casi 2 meses de estadía en este maravilloso lugar, solo me quedan palabras de agradecimiento. Que más que aprender sobre una cultura estando y conviviendo en el mismo lugar que ellos lo hicieron, mojándome con la misma lluvia, iluminándome con el mismo Sol y cautivándome con las mismas montañas que ellos adoraron.
El camino sigue…"

6 comentarios:

  1. Éso es lo ¿feo? de Perú, te das cuenta cómo explotaron y liquidaron poco a poco, a una de las culturas mas nutridas y mas impactantes (que hasta ahora, yo he conocido). Lo bueno es que podemos abrir los oídos, los ojos y la mente y aprender a no cometer los mismos errores, ni seguir los mismos pasos de los Conquistadores.
    Qué rápido me pasó el tiempo, desde que te fuiste para mí ha sido un mes, jaja. Te quiero y te deseo el mejor camino para el mejor caminante!
    Nos vemos por el mapamundi!

    Cinti

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  2. gracias por compartir tu tan extraordinaria experiencia de volver sobre los pasos de nuestros pueblos originarios.
    Cholita

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  3. Aveces si hay pueblos que "no deberian existir".. pero para la gente que no sabe apreciar sus "riquesas".
    Machu Picchu pueblo, al igual que todos esos pequeños pueblos que viven en armonia con la nuestra madre tierra, conservan sus riquesas..
    Uno se da cuenta viajando, que no es el oro ni las grandes y lujosas construcciones lo que hacen rico a un lugar.. sino la paz con la que vive su gente.
    en un primer momento los podriamos ver como "pobres".. hasta que uno convive con esta gente y aprende que no se necesitan grandes lujos ni bienes materiales.. sino que lo unico que necesitamos es el justo fruto y refugio que la tierra sola nos ofrece.

    Ojala Aguas Calientes siga refugiada y protegida entre sus montañas.. asi ningun hombre "civilizado" se atreva siquiera a romper esa armonia.

    Buen Viaje Loco! Que el viento te empuje cuando no tengas mas fuerzas, que la lluvia te moje cuando necesites refrescarte y el sol te seque y recargue de energias!

    Te quiero mucho amigo! :)

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  4. Que capacidad para describir la mezcla de sensaciones y pensamientos que se le vienen a uno a la cabeza cuando llega a tan imponente lugar. Como siempre es un placer leerte amigo!

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  5. Es tan cierto todo lo que expresás Titiiii... que hoy creo que debemos encarar el futuro luchando por esta -nuestra- forma de pensar.
    Hago un paralelo a esa conquista que hace 520 años se dio en nuestro continente y que hoy -a pesar de que muchos lo niegan- sigue en curso por parte de empresas transnacionales saqueando nuestros recursos y poniendo en juego los bienes comunes (mal llamados "recursos naturales"), y así poniendo en juego también la vida de millones de sus habitantes. Alguna vez un señor mayor de Tinogasta me explicó que su lucha contra las mineras era contra un progreso que no respetaba el "equilibrio", ya que no se concibe ningún progreso sin él. Ese equilibrio es el establecido con la Pacha Mama.
    Esta es la gente verdaderamente rica: rica de espíritu, rica de sensibilidad, es la gente que no necesita bienes materiales para ser feliz. Que entienden que esa felicidad depende de mantener la vida y esa vida depende de la salud de la tierra.

    Ojalá aprendamos a encontrar esa armonía... como alguna vez la encontraron los Incas y que hasta hoy nos siguen enseñando con su legado.

    Bueno, me colgué. Perdón pero me quería tomar el tiempo para contestar tranquilo estas cosas increíbles que describís.

    Sabés todo lo que te quiero amigo, y espero poder verte pronto.

    Abrazo.

    Lea.

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